Caperucita Roja resultó ser pocas aventuras con un viaje a su abuela. El lobo gris terminó en manos de los cazadores y todo salió bien, pero la niña no aprendió nada. Ella creía en su suerte y decidió ir a un calabozo oscuro en busca de tesoros. Es una pena que la niña no desapareciera en su mejor momento en los corredores de piedra húmedos. Ayúdala a llegar a los cofres y no estar en las garras de las peligrosas babosas grandes que viven en lugares tan húmedos. Busque las llaves, use cofres vacíos para allanar el camino de la heroína a través de los ríos subterráneos en Slimoban.