Nació un lindo pavo y creció feliz y tranquila en la granja, siempre tenía comida, un techo sobre su cabeza y no se preocupaba. Ella, pobrecita, no sabía que todos estos beneficios se le habían dado por una razón. Una vez, cuando la anfitriona la llevó a la cocina y recogió un cuchillo, el desafortunado entendió todo. Como si el velo se hubiera caído de sus ojos y el pavo decidiera resistir. Si sientes pena por el pájaro, ayúdala en el juego Turquía sin título. Ella debería rebotar cuando vea un objeto que se acerca desde la izquierda o la derecha. Crecerá una torre de platos y utensilios de cocina, pero el pájaro estará vivo y bien.