Una ciudad tranquila con calles vacías y un pavimento de asfalto perfecto: ¿qué más se necesita para que un aficionado conduzca con la brisa? Nadie te detendrá y te obligará a seguir las reglas, no oirás el silbato de un patrullero detrás de ti y no engancharás una persecución policial en tu cola. Incluso si choca contra una cerca, atropella un bordillo, rompe una ventana de boutique costosa, demuele una farola o una parada de autobús, nadie le dirá una palabra. La ciudad parece haberse extinguido y juega en tus manos. Puede acelerar hasta el límite, derrapar en las esquinas y acelerar hasta casi un despegue recto. Es una lástima que estos viajes en coche no puedan ser demasiado largos. Solo tienes un minuto y medio para conducir gratis en City Car Driving Simulator, pero el proceso se puede repetir.