Una gata llamada Katti vive con el señor Fruman y en general se siente bastante cómoda. El dueño adora a su mascota y le permite deambular libremente por la casa, pero no le permite mirar dentro del laboratorio donde se preparan diversas pociones mágicas. Sin embargo, el gato es muy curioso y un día logró colarse por una puerta que accidentalmente quedó abierta. El gato estaba interesado en un frasco con un objeto brillando en su interior. El bromista tocó el frasco con su pata y el recipiente cayó al suelo rompiéndose en pedazos. Una niebla roja salió de la lata y envolvió al gato, provocando que el pobre perdiera el conocimiento. Se despertó en un laberinto oscuro y estaba muy asustado. Ayuda al gato a llegar a su caja de cartón favorita en Katti.